SHYAMALAN

septiembre 13, 2011

Hace mucho tiempo desde la última vez que escribí en este blog, demasiado. No sé quien leerá estas lineas, sólo sé que necesitaba volver a escribir pero aunque tenía muchas ganas escribir es como hacer ejercicio; necesitas una cierta rutina, una cierta práctica que si se pierde luego cuesta recuperar.

Tampoco podía sentarme a escribir de cualquier cosa, aunque se me ha reprochado que escribo cosas demasiado ‘serias’, el sentido de este blog era escribir sobre las cosas que me habían hecho pensar, que me habían emocionado, que me removían cosas dentro de mi.

Hace un par de semanas sentí el impulso, encontré un tema pero hasta hoy no he encontrado el momento de sentarme.

Shyamalan, para aquellos que no sigan mucho el cine es un director pero sobretodo es un narrador de historias como a mi me gustaría ser.

La primera vez que vi una película de Shyamalan estaban de beca Erasmus en Francia, fue ‘El Sexto Sentido’, su mayor éxito quizás aunque debo decir que no me entusiasmo, simplemente me pareció original y entretenida. Es curioso como es esto de los gustos, como sucede que un mismo estimulo provoca reacciones tan diferentes en la gente.

Asisto a un taller de narrativa desde el año pasado y el primer día de clase hablamos de los libros que más nos gustaban, aquellos que nos habían marcado. La persona que lleva el taller es poetisa  y nos dio una definición de lo que para ella era un libro que te ‘marca’: aquel que después de leerlo hace que seas alguien distinto. Me pareció precioso e increíblemente acertado.

Pues aplicado al cine debo decir que ni ‘El Sexto Sentido’ ni ‘El Protegido’ me marcaron aunque me gustaron muchísimo. El Protegido sobretodo me pareció una historia de superheroes muy humanos, una historia cercana aunque no logró emocionarme. ¿Cómo distingo una peli buena o muy buena de una que me marca? Pues básicamente en lo mucho que me meto en la historia, en como me siento al acabar, en la forma que los personajes se te enroscan dentro de ti y no puedes dejar de pensar en lo que estarían sintiendo como si fueran personas de verdad.

Entonces llegó ‘El Bosque’, probablemente la cinta más criticada hasta aquel momento de Shyamalan y yo me enamoré a primera vista de aquella aldea, de aquellos personajes vulnerables, tiernos, algunos cobardes y otros los más valientes que había visto en un libro o película. Shyamalan cuenta historias sobre personas, se plantea dilemas, rasca dentro de él y utiliza la herramienta que utilizan todos los buenos narradores de historias; la imaginación. Plantea situaciones irreales pero los personajes son de los más reales que he visto, justo lo que una buena historia debe hacer. Supongo que todo depende de los ojos del que mira, pero me pareció un libro hecho pelicula, algunos fotogramas como cuando todo el pueblo se esconde en los sotanos porque llegaban las criaturas me pareció muy hermoso, la perfecta definición de como una imagen puede ser mejor que mil palabras.

Después de ‘El Bosque’ vi varias películas más de Shyamalan, ninguna me gustó tanto como ‘El Bosque’ aunque reconocía al mismo autor en muchas, historias donde no necesitaba grandes efectos especiales sólo grandes personajes. Muchas personas podrían criticar o decir que son simples cuentos bonitos con una especie de moraleja. Como he dicho todo esta en los ojos del que mira. Yo me inclino a pensar que Shyamalan se plantea cosas, que bucea dentro de él y encuentra estas historias que se inspiran en todas las cosas que se plantea, en todo lo que le da miedo, en aquellas cosas donde encuentra coraje…Yo por lo menos lo veo asi cuando miró los personajes de sus peliculas.

Hace poco que vi ‘La Joven del Agua’ y fué de nuevo un shock, me volví a enamorar de una historia como me pasó con ‘El Bosque’. ‘La Joven del Agua’ es una historia no sé si denominarla de realismo mágico o fantasía cotidiana. Sea cual sea la etiqueta, ‘La Joven del Agua’ es un cuento muy hermoso que me atrapó hasta el último fotograma y que cuando termina sientí que ya no era el mismo. Shyamalan desarrolla la historia de una forma que de alguna forma acabas sintiéndote parte de la historia, siendo una de los vecinos de ese entrañable bloque de apartamentos buscando ayudar a la ninfa protagonista, emocionandote con los lazos que se crean alrededor del personaje principal. No puedo más que animar a ver la película a quien no la haya visto y a soñar con que algún día podré contar historias tan buenas como las que cuenta Shyamalan en sus películas.

Hasta la próxima, espero que sea pronto…dejo un enlace a la banda sonora de la joven del agua que me parece que es el envoltorio perfecto de la historia.